La Provincia
“Los políticos tienen que apacentar al pueblo"

Aída Ayala presentó su libro "Mi Compromiso", testimonio cargado de emociones

Aída Ayala, intendenta de Resistencia (Dibujo: NOVA).

El viernes pasado, la intendenta Aida Ayala presentó el libro “Mi compromiso”, un relato que une el testimonio y el desafío ciudadano, la emoción de una mujer y la responsabilidad asumida de gobernar y según el decir de sus propias palabras “el compromiso de ser protagonista de nuestra propia historia”.

La llegada de Aida acaparó la atención de los medios primero y luego conquistó el aplauso espontáneo del público que colmó en el salón principal del hotel Amerian. Para dar inició a la presentación se proyectó un video, breve pero muy puntual, que repasó los principales y decisivos momentos que definieron la trayectoria de la funcionaria.

La proyección resumió el espíritu de la publicación y que según escribe la propia Aida Ayala en las primeras páginas: “que estas reflexiones nos señalen nuevas interpretaciones, esas que siendo abarcadoras, inclusivas y concebidas desde la ética cívica, inicien caminos de transformación y fecunden, los logros alcanzados en conjunto”.

Avanzando hacia las soluciones

La velada estuvo centrada en un diálogo intimista, por momentos incisivo pero también emotivo, conducido por el político de vocación y periodista de profesión Luis Rosales que remarcó: “No se queda sólo en el diagnóstico, por más pesado y sombrío que este sea. Todo lo contrario avanza hacia las soluciones. Propone transformaciones. Todo impregnado de una modestia, muchas veces ausente entre los políticos de su rango, sólo se anima a sugerir, sin alardes ni confrontaciones”, tal como escribió en el prólogo.

Esa noche dijo: “Este libro será para los que te aprecian y te siguen pero también para los que te observan”, en clara alusión al cariño ganado entre los resistencianos pero también al respeto que conquista día a día y la colocan como favorita en el complejo panorama político actual resaltando su carisma.

Mi lugar en el mundo

La charla fue amena y espontánea; recorrió sus experiencias personales y su conocimiento práctico de gestión, todo atravesado por la profunda sensibilidad que incluso la emocionó en varios momentos de la presentación. “Cuando elijo mi lugar en el mundo, elijo Resistencia”, confesó Aida Ayala con un sentido de pertenencia que siempre menciona como el principal motor para convertir habitantes de un lugar en verdaderos ciudadanos.

Aida recordó a Arturo Illia como “el ejemplo más alto de dignidad que tuviera nuestro país” y también a Raúl Alfonsín de quien resaltó “la misión de restaurar la democracia y lo hizo desde el oficio que su calidad democrática le dictaba, cuando los avatares y las crisis exigían bordar y zurcir día a día el tejido de la solidaridad social. También, rememoró su encuentro con el obispo Bergoglio, hoy Papa Francisco, cuando hace unos años le dijo: “Los políticos tenemos que apacentar al pueblo, ser portadores de buenas noticias” y adelantó que próximamente lo visitará en Roma para llevarle el cariño del pueblo del Chaco.

Abrir el corazón

A lo largo de la charla, Aida Ayala se mostró tanto como la estadista que cumple su tercer mandato gobernando Resistencia como así también la mujer sencilla y sensible que apela a los cuadernos que escribía de niña, se muestra en un mundo de planes y objetivos que se complementa con emociones. “Sin sentir no hay proyectos, las ilusiones le dan sentido a los principios”, resume con la precisión de las palabras que la emocionan cuando se refiere al Chaco profundo que la desafía en cada nuevo camino que recorre. “Tenemos que abrir el corazón, escuchar con la mirada y despertar nuestra vocación de servicio. Hoy vengo con el amor de madre, guiada por la luz del futuro que se viene, para seguir construyendo juntos, ese es mi compromiso…”

Los héroes anónimos

Aida Ayala quiso recordar y agradecer a todas las personas de las que aprendió las enseñanzas de su vida personal y política. Se refirió a sus padres y su familia, pero eligió a Bernardino Acosta, un empleado municipal que en plenas inundaciones salió a trabajar con su tractor y pasó tres días en la intemperie, comprometido con su misión de ayudar. “Hay muchos héroes anónimos que con su ejemplo nos comprometen a involucrarnos, todo lo que se logra se construye…”, afirmó categórica para revivir el recuerdo y el ejemplo de ese empleado municipal. Ese momento fue el más emotivo de la noche, se acercó al estrado su hijo Gabriel Acosta y Aida Ayala lo abrazó en señal de gratitud.

Al amparo de las reflexiones, desde hoy Aída Ayala deja escrito su compromiso que puede resumirse: “Un deseo de estar y hacer juntos, el reconocimiento del otro en sus particularidades, la aceptación de las diferencias y la unión de voluntades, habrán de construir el tejido social necesario y digno de labrarlo para nosotros y generaciones futuras”.

La canción “Chaco también puede ser” de Zitto Segovia se escuchó en todo el salón y el aplauso ganó la sala. Aida Ayala firmó ejemplares a cientos de los presentes que llevaron el libro valorando el testimonio plasmado.

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