Peppo se mostró feliz de apadrinar a Nailah Semiramis Aguilar Rajoy, al tiempo que recordó que es la segunda oportunidad que apadrina a un niño séptimo hijo de una familia, “lo cual es un honor y una satisfacción, como poder representar a la señora presidenta en este bautismo haciendo de padrino y por su puesto apoyando a la familia Aguilar Rajoy; gente de Villa Ángela a la cual conozco, humildes y muy trabajadores y que luchan por la vida y que hoy tienen el honor de que su niña sea ahijada de la presidenta”.

“Contento también porque además va a significar para la familia ayuda que se le va a dar y como dice la ley éstos chicos tienen una apoyatura especial y particular y un seguimiento que la habilita a cuando siga estudiando va a poder acceder a becas y una serie de beneficios más que son importantes”, agregó.

Así también los demás niños bautizados tuvieron su representación en distintos funcionarios, junto a la Edecán presidencial que testimonia el acto, comprometiéndose los padrinos en acompañar a sus ahijados y sus familias en lo que hace a los principios cristianos y en el desarrollo y crecimiento de los niños.

“Mi comadre la presidenta”

Por su parte Sandra Rajoy, madre de Nailah Semiramis, embargada de una profunda alegría, sostuvo que “es algo muy emocionante y un orgullo tener mis siete hijas y más aún tener como madrina de una de ellas a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ahora puedo decir mi comadre la presidenta”, concluyó orgullosa.

En Argentina, la ley de Padrinazgo Presidencial establece que el matrimonio que dé a luz al séptimo hijo o hija de una prole del mismo sexo (deben ser siete hijos varones o siete hijas mujeres) puede optar por el padrinazgo “moral” del Presidente de la Nación.

Los nuevos ahijados presidenciales se trasladaron luego al Salón Obligado de Casa de Gobierno donde recibieron una medalla y un certificado y algunos presentes.