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Las candidaturas testimoniales: un fraude a los votantes

El cartero (Dibujo: NOVA).

La única testimonial que vale es el testimonio de vida, el que se da con el ejemplo y el respeto a la palabra empeñada.

El término candidato testimonial es un concepto creado por algunos periodistas argentinos en 2009, para referirse a un cierto tipo de candidaturas electorales en las que los principales dirigentes o personalidades de un partido político, se ponen a la cabeza de las listas de candidatos, aún sin la intención real de asumir el cargo de resultar electo, con el fin de aprovechar la imagen de público conocimiento del candidato para sumar votos.

En caso de resultar electo, el candidato testimonial no tiene intención de asumir efectivamente el cargo, correspondiendo que asuma entonces el candidato que le sigue en orden.

El diario Norte en su página 5, del día 17/10/14, dice que Jorge Capitanich va a ser candidato a intendente por la Ciudad de Resistencia. Esta publicación genera inquietud y preocupación; la misma no sería más que una candidatura testimonial, en la que el único perjudicado resultare el votante, ya que sabemos que es Senador suplente, y que su intención era ocupar dicha banca cuando terminara su mandato de gobernador (el que tampoco cumplió).

Recordemos todos los actos de represión asumidos con orgullo por el gobernador a cargo, que nos dejó como “regalito” a los docentes, empleados públicos y movimientos sociales entre otros. Agreguemos a ello el poder de atracción que tiene la gran metrópolis argentina en nuestro pre candidato; nos enciende una luz de alerta.

El pueblo merece que le hablen con la verdad. Si se es candidato para un cargo, se debe iniciar y terminar el mandato para el que se comprometió sin recurrir a argumentos archi conocidos de amor a la patria, obediencia debida (a la presidenta), soldado del modelo que debe estar donde lo requiere el proyecto nacional y popular, bla, bla, bla…, imponiéndonos un Intendente que no fue elegido por el voto popular.

¿A quién estará cubriendo? ¿Es acaso que mi voto, tu voto, nuestros votos no valen? ¿Las argucias “legales” pueden modificar mi voluntad de elector con el único propósito de que sigan “ganando” los de siempre, las mismas familias?... Compañeros en esta jugada de pizarra no hay una competencia deportiva, está en juego el futuro de miles de ciudadanos quienes junto con sus familias, saben qué es lo que más se necesita, entre tantas inseguridades, atropellos legislativos y carencias económicas. ¡No nos subestimen!.

En caso de resultar electo, el candidato testimonial no tiene intención de asumir efectivamente el cargo, correspondiendo que asuma entonces el candidato que le sigue en la lista sábana.

Estamos convencidos de que las candidaturas testimoniales son una mentira, una alta traición al pueblo y se la puede comparar con la candidatura incompatible, en la que una misma persona se presenta simultáneamente como candidato a dos cargos (presidente y senador); una inaceptable manipulación de las instituciones.

“Testimonio” del latín testimonium aseveración de una cosa. Prueba, justificación y comprobación de la certeza o verdad de una cosa.

“Testimonial” del latín testimonialis que hace fe y verdadero testimonio, instrumento auténtico. (R.A.E.)

Las candidaturas testimoniales no solo es responsabilidad del candidato sino también de aquellos de que teniendo la certeza de que no va asumir o completar su mandato, lo votan. El todo vale y la trampa se instala como una pauta cultural que de a poco va carcomiendo los cimientos de una sociedad organizada.

Ríos, Graciela

D.N.I. 14 606 080

B. R. Güiraldes

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