Pese a que en su manifestación más extrema parece haberse aplacado, el conflicto con las fuerzas de seguridad no está extinguido. Los reclamos de los agentes de Gendarmería y Prefectura que se extendieron a todo el país motivaron a los miembros de las distintas policías provinciales a sumarse a la medida.
Tras el descabezamiento de ambas cúpulas y la corrección del “error administrativo” por parte del Gobierno, los acampes se desarmaron y los suboficiales volvieron a sus puestos de trabajo. En las provincias también fue diluyéndose la protesta, aunque el malestar persiste.
Por caso, en Chaco afirman que la situación “no está mejor”. De acuerdo a lo que cuentan en la fuerza, en la localidad de Juan José Castelli, distante a 300 kilómetros al norte de Resistencia, cerca de 40 policías de la Comisaría y el Comando Radioeléctrico presentaron hace unas semanas certificados médicos por reclamos salariales y ascensos pendientes.
Los policías chaqueños denuncian que cerca de 30 uniformados ya fueron trasladados y al resto “los apretaron feo”. Pero sostienen el reclamo y salieron a expresarse en los medios.
En Castelli marcharon exigiendo una reunión con el ministro de Gobierno, Juan Manuel Pedrini. Los apoyaron organizaciones y gremios como Mijd Mecha, OTQ, Organización de Pueblos Originarios, Sociedad Rural, Mesa de Gestión de Zaparinqui, policías jubilados, pensionados y retirados, entre otros.
Los familiares de los policías expusieron recibos de sueldo y desmintieron a las autoridades policiales respecto de que el agente de menor rango superaba o percibía un ingreso mayor a los 3200 pesos. Los documentos presentados evidenciaron que los subalternos con tres o cuatro años de antigüedad no llegan a percibir los 2900 pesos de bolsillo. Esa iniciativa amenaza con extenderse a otras ciudades de la provincia con la misma metodología.
Como si esto fuera poco, el gobernador Jorge Capitanich, calificado de “inefable” por los policías en lucha, emitió un decreto -el 2046 del 21-09-2012- con el que amplía el pago de la zona inhóspita a los que prestan servicio sólo en la capital -esto es, comisarías, investigaciones y el servicio 911-, y dejó afuera a las unidades del interior de la provincia e incluso a algunas de Resistencia.
“Hay un descontento y una indignación por esto que está trascendiendo por los medios radiales y redes sociales, y en cualquier momento explota”, dicen. Los policías autoconvocados señalaron a NOVA que “siguen de cerca la situación”.
