Para muchos, hablar de Corregido es hablar de su esposa. Titular del Juzgado Federal Nº 1 de Sáenz Peña, Niremperger es cuestionada en el Poder Judicial provincial por el supuesto encubrimiento de operaciones vinculadas a la venta de droga y el juego clandestino.

Dada su influencia en Sáenz Peña y su región, la magistrada es acusada por lo bajo de motorizar presuntamente un operativo antidrogas para los medios pero ocultar varios. “Hace algunos para la tribuna y las fotos, al resto los deja pasar”, graficó ante NOVA una fuente del ámbito judicial que conoce bien a la familia Corregido.

Las acusaciones incluyen la existencia de pistas clandestinas en la región, que supuestamente Niremperger no controlaría. ¿Y su marido, que debe velar por el bien común de los chaqueños? Bien, gracias.

Lo mismo corre para el juego clandestino. En la región la acusan de dar “vía libre” a la actividad incluso en localidades pequeñas, que están fuera de los alcances de la regulación en la materia. En esas presuntas maniobras se centra el malestar con el matrimonio Corregido. Y los apodos que comienzan a circular por las ciudades más grandes de la provincia.

Más denuncias

Por otro lado, Corregido fue denunciado recientemente por un grupo de trabajadores de la Defensoría del Pueblo que fueron dejados cesantes por “reclamar el derecho de concurso de antecedentes y oposición” para concretar la estructura laboral del área, conforme lo ordena la ley 4.190, tal como publicó este portal el mes pasado.

Entre esos denunciantes está Ana Nelly López, cuya adscripción fue rescindida sin explicaciones luego de que sufriera un accidente de tránsito en momentos en que se trasladaba a su trabajo. Si se toman las denuncias respecto de que Corregido se negó a llamar a concurso para cubrir los puestos porque tiene “amistad” con los actuales empleados, que son amigos, primos, hermanos y “allegados” a funcionarios, el panorama adquiere una dimensión cada vez más polémica.

En una comunicación con NOVA, López contó su caso. Empleada judicial, técnica universitaria archivista y en Informática Aplicada, entre otros cargos, fue despedida sin más del organismo luego de que un auto la atropellara en Resistencia. Integraba el cuerpo desde su creación, en 2012.

“Dios y la Santísima Virgen fueron misericordiosos conmigo, me salvaron de una muerte segura, pero esta circunstancia fue aprovechada por el defensor del Pueblo para darme patadas cuando me encontraba y aun me encuentro convaleciente”, indicó la mujer, con DNI 1422711 y domicilio en Hardy 1645, Resistencia, datos brindados por cuestiones de seguridad.

Historia

López contó que “el 5 de septiembre de 2014, en horario vespertino, sufrí un accidente de tránsito cuando me desplazaba desde mi domicilio hasta la Defensoría, a cumplir funciones como regularmente lo venía haciendo por exigencia del defensor del Pueblo”.

Tras el siniestro, continuó con licencia por enfermedad, por tener varias fracturas de costillas y en ambas muñecas, desviación de tabique nasal y pérdida parcial de audición. De hecho, oor el grave politraumatismo sufrido, aún continúa realizándose diversos estudios médicos.

Al no tener respuestas a sus varias notas en solicitud del “accidente laboral”, recurrió a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, para recibir, recién el 5 de enero último, una carta documento con el reclamo que motorizaba desde septiembre.

Por toda respuesta de Corregido, a través de la resolución Nº 339/2014 del 26 de septiembre, quedó sin efecto su función de secretaria administrativa del organismo, en el marco de la aplicación de un “reglamento interno”, en una decisión que le fue comunicada por vía telefónica.

En ese mismo mes, el defensor del Pueblo solicitó al Poder Judicial, donde López se desempeña como personal de planta, el cese de su adscripción, que se concedió por Resolución Nº 1688/14 del Superior Tribunal de Justicia.

“¿Me tuvo que arrollar un auto para que desaparecieran las causales por las que debía cesar mi adscripción y mis funciones administrativas en el instituto?”, cuestionó López.

En ese sentido, lamentó que “esas decisiones” de Corregido “no sólo han influido notablemente en mi estado anímico por mi condición de enferma, incidiendo en forma negativa en mi pronta recuperación, sino que han producido un desbalance en mi economía cuando más lo estaba necesitando para mi sanación y rehabilitación”. “¿Y ahora? ¿Quién me defiende del Defensor del Pueblo?”, ironizó.

López planteó que Corregido “es alguien que estrechó la mano del Papa, distribuyó al personal de la entidad rosarios bendecidos por su Santidad Francisco, tiene la imagen de la Virgen María en su oficina y fue elegido por los legisladores para que sea el garante de los derechos fundamentales emanados de nuestra Carta Magna”.

“¿Cómo se puede explicar que actúe de esta manera poco humana contra un enfermo, un trabajador, una persona que le brindó su ayuda cuando no contaba con nadie para esa función, aportando sus conocimientos y experiencia para la puesta en marcha del Instituto en el desarrollo de su actividad administrativa?”, lanzó.

“Hasta hoy día no puedo dar una respuesta razonable, desde el punto de vista humano, a quienes me preguntan por qué el defensor del Pueblo actúa así hacia una persona que fue arrollada por un automóvil”, insistió.

López sostuvo que sus gestiones fueron realizadas “con el convencimiento de que es una institución muy importante para la gente y los sectores más vulnerables, para que a través de ella el ciudadano común pueda ejercer sus derechos”.

“Sinceramente, y con una mano en el corazón, no esperaba que el defensor del Pueblo tome estas decisiones contrarias para mi persona y como trabajador, por la buena relación laboral que teníamos y por la simple razón de su condición natural de ser humano, que debería demostrar empatía y sensibilidad hacia un enfermo”. Y eso que, a los cinco días del accidente, Corregido le envió un mensaje de texto en el que le aclaraba que “contaba con él para lo que necesitara”. Como el “Patrón del Mal”.